Escuela Puerto Gaviota

Crónicas de un Profe

“Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten mis ganas de vivir, donde falte la esperanza, donde falte la alegría, Simplemente por no saber de ti”.

Ya han transcurrido 21 años de aquel 13 de enero de 2002, cuando embarcado en la barcaza “Alejandrina”, en el puerto de Quellón, realizaba mi primer viaje hacia el sur, donde en algún lugar inimaginable debía hacer Recepción oficial de mi Escuela, la cual había obtenido por Concurso público de la SEREMI de Educación, región de Aysén. Allí, en la terraza de la embarcación un grupo de jóvenes de un colegio de la capital se dirigía a realizar trabajos de verano en algún punto del litoral y entusiastas guitarreaban y cantaban aquella canción, que pese a haberla oído muchas veces en los grupos cristianos de mi pueblo, en este momento adquiría el más grande significado y ha estado presente en cada nueva jornada, inicio de año, de semestre, en cada desafío, porque las acciones cristianas tienen que ver con conversar, escuchar, aconsejar, saludar con amabilidad, sonreir, dar ánimo, compartir y muchas más.

Después de más de 30 horas de viaje, por lugares paradisíacos, de amanecida avistamos Puerto Gaviota, con sus casitas pequeñas, entre la bruma matinal y de fondo los imponentes cerros de la isla Magdalena. Afirmo que esa visión no subía el ánimo de los pasajeros, todo gris, frío y lluvioso, en pleno verano. Don Horacio Espinoza, de la SEREMI de Educación, quien viajó a entregar la Escuela me observaba y resaltaba los atractivos de la isla (…).

Ese fue mi primer contacto, con la Escuela y la gente de la isla. Lo que resaltó de sobremanera a mi experiencia intercultural fue la variedad de procedencias reunidos en este lugar y la presencia espiritual del Padre Ronchi, en cada relato de la gente, en cada obra, que se mantiene hasta la actualidad y que me ha tocado reforzar.

Así fui armando mi mundo, aquí, al fin del mundo, con pie de plomo, motivando la formación de las nuevas generaciones, sacando la voz por ellos, con ejemplos de liderazgo, aportando ideas, siendo útil…

Destaco el trabajo pedagógico con mis colegas del Microcentro, con jornadas largas, sobre todo poder dar lo máximo de mi bagaje profesional, como Coordinador. Y quedan en el recuerdo esos eternos viajes de Puerto Cisnes a Puerto Gala, junto a quien fue mi referente en la Educación Rural en esta región, nuestra estimada Elizabeth Yañez.

Hoy ya me siento parte de esta minisociedad, donde los rasgos se dan en menor cantidad, pero existen y son más visibles. Saliendo al mundo con las nuevas tecnologías, siendo testigo y protagonista de cada paso hacia el progreso, de cada hito cumplido y soñado alguna vez en la mente del “Cura Rasca”, con el reconocimiento, aprecio y respaldo a mi función, por parte de los gaviotinos y Sostenedor, encargado de mantener la valiosa Obra del Padre, que es: “Preparación de los hijos de pescadores, para salir a enfrentar el mundo exterior, en la consecución de estudios y búsqueda de sus ideales”.

Siento en mi interior, en cada retorno a la isla, a mi Escuela, al reencuentro con la gente, confiado y con la fe por delante, en busca de nuevos logros, ese impulso que en este lugar sonaría literal para “El viejo y el mar”;- Sé que en estos espacios marinos está mi PEZ-, y nuestra faena ha sido fructífera…

 

Crónicas de un Profe.

JUAN CARLOS ARAVENA CATALAN PROFESOR ENCARGADO
“ESC. NTRA. SRA. DE LA DIV. PROVID.” PUERTO GAVIOTA

Personal de la escuela

Juan Carlos Aravena Catalán

– Profesor de Educación Básica de la Universidad Austral de Chile (Valdivia)
– Docente directivo de la Escuela «Nuestra Señora de la Divina Providencia», desde marzo de 2002.

Estudios:
– Educación Intercultural Bilingüe Mapuche.
– Psicopedagogía.
– Informática Educativa.
– Especialista en Educación Infantil.
– Orientación Educacional.

Experiencia:
– Educación Rural.
– Coordinador de Microcentro de Escuelas Rurales (Región de los Lagos y Aysén).

Lorena del Carmen Cárcamo Cárcamo.

– Asistente de la Educación.
– Ingresó a esta labor en el Establecimiento el año 2014.
– Funciones principales: aseo, orden y calefacción de la sala de clases.